El trauma es una experiencia profundamente impactante que no solo afecta a nuestra mente, sino que también se registra en nuestro cuerpo. Este fenómeno ha sido ampliamente estudiado en el ámbito de la psicología, y cada vez más personas buscan comprender cómo liberar las huellas del trauma emocional y físico que han quedado atrapadas en sus sistemas nerviosos. En este artículo, exploraremos cómo el trauma se manifiesta en el cuerpo, cómo afecta nuestra manera de relacionarnos con los demás y cómo herramientas como el Mindfulness Sensible al Trauma pueden ayudarnos en el proceso de sanación.
¿Qué es el Trauma?
El término “trauma” se asocia a menudo con eventos extremos como accidentes, abusos o catástrofes. Sin embargo, en el contexto de la psicología, el trauma se refiere a cualquier experiencia que supera la capacidad de afrontamiento de una persona, provocando una ruptura en su sensación de seguridad y bienestar. Tal como definió Pierre Janet, un pionero en el estudio del trauma, se trata de un acontecimiento inevitable que sobrepasa los mecanismos de defensa del individuo, quedando registrado en su cuerpo como una memoria no procesada.
A nivel fisiológico, cuando una persona se enfrenta a una situación traumática, su sistema nervioso reacciona para protegerse. Si la lucha o la huida no son opciones viables, el cuerpo entra en un estado de parálisis, una reacción instintiva de congelación que permite al organismo sobrevivir, pero deja un residuo de tensión no liberada en el sistema nervioso. Este estado de congelación es natural en algunos animales de sangre fría, como los reptiles, pero para los mamíferos —incluidos los seres humanos— permanecer en este estado durante mucho tiempo puede ser devastador.
El Trauma y el Cuerpo: Una caja negra de recuerdos
Nuestro cuerpo funciona como una especie de caja negra, registrando cada experiencia vivida a lo largo de nuestra vida, incluso desde la etapa prenatal. Aunque no recordemos conscientemente ciertos eventos, nuestros cuerpos sí lo hacen, y estos recuerdos se manifiestan como sensaciones físicas, imágenes mentales o emociones intensas. Por ejemplo, cuando una persona con trauma no resuelto se encuentra en una situación que de alguna manera le recuerda al evento original, su cuerpo puede reaccionar con tensión, incomodidad o incluso con síntomas de pánico.
Esta reacción no es una “debilidad” de la persona, sino una respuesta adaptativa del sistema nervioso. Sin embargo, cuando estas respuestas quedan atrapadas en el cuerpo, pueden afectar profundamente nuestra calidad de vida y nuestras relaciones. Un ejemplo muy común se da en personas que sienten una gran dificultad para confiar o establecer vínculos saludables con los demás, ya que sus cuerpos están en constante estado de alerta, preparados para enfrentar una posible amenaza.
El papel de las relaciones en la curación del trauma
El trauma, en la mayoría de los casos, se desarrolla en el contexto de relaciones humanas y, por lo tanto, la cura también se encuentra en ellas. Un psicólogo en El Prat que trabaje con personas afectadas por el trauma suele enfatizar la importancia de crear un entorno terapéutico seguro y de confianza. Nuestros sistemas nerviosos, como mamíferos, tienen la capacidad de co-regularse con los de los demás. Esto significa que si una persona traumatizada se encuentra en presencia de alguien sereno, calmado y compasivo, su propio sistema nervioso comienza a relajarse y a entrar en un estado de mayor tranquilidad.
Por ello, la curación del trauma no solo implica trabajar con la mente, sino también con el cuerpo, creando un ambiente donde la persona pueda sentirse vista y aceptada sin juicio. Cuando un terapeuta adopta una postura de presencia y empatía, el cuerpo del paciente comienza a sentir que es seguro liberar la tensión atrapada y dejar atrás el estado de congelación.
Mindfulness Sensible al Trauma: Una herramienta eficaz
Una de las prácticas más efectivas para trabajar con el trauma a nivel corporal es el Mindfulness Sensible al Trauma. A diferencia del mindfulness tradicional, que se centra en la atención plena sin juicio, el Mindfulness Sensible al Trauma toma en cuenta las reacciones fisiológicas del cuerpo y las respuestas emocionales que pueden surgir durante la práctica. Es una herramienta diseñada específicamente para personas con trauma, ya que reconoce que la mera observación de las sensaciones puede ser abrumadora si no se hace en un entorno controlado y seguro.
El objetivo es ayudar a la persona a reconectar con su cuerpo de una manera amable y gradual, enseñándole a notar las sensaciones físicas y las emociones sin verse desbordada por ellas. Al cultivar esta atención consciente con compasión y sin forzar, se puede empezar a liberar poco a poco la energía atrapada y permitir que el cuerpo entre en un estado de regulación.
La herencia del trauma transgeneracional
No todos los traumas se originan en experiencias directas. Hoy en día, la ciencia ha demostrado que el trauma puede transmitirse de generación en generación a través de mecanismos epigenéticos. Esto significa que el dolor, la ansiedad y las reacciones de supervivencia de nuestros antepasados se pueden heredar y manifestar en nuestras vidas como patrones de comportamiento y reacciones emocionales. Entender esta dimensión del trauma nos permite ver que algunas de nuestras respuestas no se originan en nuestra historia personal, sino que forman parte de una historia familiar más amplia.
Por ejemplo, una persona que ha crecido en un entorno donde se evitaban las emociones fuertes o se reprimía el dolor, puede haber interiorizado estas actitudes sin darse cuenta. En este caso, el trabajo terapéutico consiste en reconocer estas dinámicas y aprender a relacionarse con las emociones de una manera nueva, liberándolas y aceptándolas como parte de un proceso de sanación integral.
La Sanación del Trauma: Un camino de autocompasión y curiosidad
Curar el trauma no significa borrar el pasado, sino aprender a convivir con él desde un lugar de autocompasión. Cuando nos permitimos mirar nuestras experiencias con curiosidad y aceptación, el trauma pierde parte de su carga emocional y comenzamos a desarrollar una relación más sana con nosotros mismos. En lugar de evitar el dolor o huir de nuestras emociones, el objetivo es contemplar con compasión aquello que ha sido silenciado e ignorado.
Al abrazar nuestro propio sufrimiento y las historias de vida que nuestro cuerpo guarda, emerge lo mejor de nosotros: nuestra capacidad de resiliencia, amor y autocuración. La clave está en reconocer que, más allá de las heridas, todos poseemos la capacidad innata de sanarnos, especialmente cuando nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás desde un lugar de empatía y comprensión.
El trauma es un dolor invisible que afecta no solo a nuestra mente, sino también a nuestro cuerpo. Comprenderlo y abordarlo desde un enfoque integral que incluya herramientas como el Mindfulness Sensible al Trauma es fundamental para la sanación. Si sientes que llevas una carga emocional pesada o que tu cuerpo reacciona de formas que no puedes controlar, recuerda que el primer paso hacia la cura es la compasión hacia ti mismo y la búsqueda de relaciones sanadoras que te ayuden a liberar esa energía atrapada.
Si estás buscando apoyo, un psicólogo en El Prat especializado en trauma puede ayudarte a reconectar con tu cuerpo y tus emociones de una manera segura y respetuosa, acompañándote en este viaje hacia la integración y el bienestar.

Aleix Boronat Monfort
Director y fundador de l’Espiral. Terapeuta Gestalt, Formador y Mentor en Mindfulness y Miembro adherente de la AETG. Formación en Psicoterapia Integrativa (programa SAT). Formado en técnicas psico-corporales (Yoga, Shiatsu y Movimiento, Bioenergética y Movimiento Auténtico).