Cuando un paciente percibe al terapeuta como un semejante, las interpretaciones que este haga tienden a tener poco peso.
Aunque estas interpretaciones puedan ser aceptadas o rechazadas, en general no generan un impacto significativo en la economía emocional y libidinal del paciente.
De hecho, cuando un paciente rechaza repetidamente las interpretaciones (incluso aquellas que son acertadas), suele terminar cambiando de terapeuta o abandonando el proceso terapéutico. En este contexto, la interpretación no tiene efecto real hasta que el paciente formula una demanda genuina de terapia, y el terapeuta empieza a operar desde una posición funcional clara.
La puntuación es importante
Esto no significa que el terapeuta deba mantenerse en silencio durante las entrevistas preliminares. Más bien, sus intervenciones deben ser “puntuaciones” que resalten aspectos específicos del discurso del paciente. Por ejemplo, un simple “¡Ah!” o la repetición de una palabra clave dicha por el paciente pueden abrir la posibilidad de nuevas lecturas. Tal como sucede en un texto escrito, donde la puntuación puede modificar el significado, las intervenciones del terapeuta pueden guiar al paciente hacia nuevas interpretaciones de su propio discurso.
Al subrayar palabras, repetir errores o enfatizar expresiones ambiguas, el terapeuta no pretende ser quien tiene todas las respuestas. Más bien, introduce la idea de que hay otras posibles significaciones que el paciente puede no haber advertido. Este tipo de intervenciones no busca establecer un significado único, sino que abre la puerta a explorar significados inconscientes.
Un ejemplo común es la repetición de un lapsus linguae. Aunque inicialmente pueda incomodar al paciente, este tipo de señalamiento sistemático despierta la curiosidad por el inconsciente. Muchos pacientes llegan a un punto en el que no solo reconocen sus lapsus, sino que también comienzan a analizarlos por iniciativa propia. Este proceso fomenta un interés cada vez más activo en las manifestaciones inconscientes, lo que resulta esencial para el avance terapéutico.
La escansión como herramienta terapéutica
Otra forma de intervención clave es la escansión, que consiste en que el psicólogo en el Prat de Llobregat puede cortar la sesión en un momento específico y significativo. Esto puede suceder, por ejemplo, cuando el paciente niega algo con vehemencia, revela una idea importante o comete un lapsus revelador. Al finalizar la sesión en ese punto, el terapeuta subraya la importancia de ese momento sin necesidad de explicitarlo.
Esta técnica no solo destaca ciertos temas, sino que también invita al paciente a reflexionar de manera más profunda sobre lo que acaba de suceder. En este sentido, el terapeuta no es un simple oyente neutral; dirige activamente la atención del paciente hacia aspectos que considera relevantes. Esto es especialmente útil en temas que el paciente podría evitar espontáneamente, como la sexualidad o las emociones más complejas.
La escansión hace, también que las sessiones puedan no durar el tiempo preestablecido. La duración fija de las sesiones puede llevar al paciente a planificar qué decir y cómo llenar el tiempo, lo que puede limitar la espontaneidad y la aparición de material inconsciente. La sesión de tiempo variable, por otro lado, permite cortar en el momento adecuado, enfatizando lo esencial y dejando de lado lo superfluo.
Este enfoque no es una panacea, pero puede ser muy útil para romper estrategias obsesivas o patrones de conducta predecibles. Por ejemplo, un psicólogo en El Prat de Llobregat podría emplear sesiones de tiempo variable para mantener al paciente en un estado de apertura y receptividad, promoviendo un mayor impacto terapéutico.
La asociación libre es una herramienta fundamental en terapia, pero no siempre resulta fácil para el paciente.
El paciente que acude a nuestra consulta en El Prat de Llobregat o bien hace las sesiones con el psicólogo online, muchas veces, evitará de forma inconsciente abordar los temas más importantes o cargados emocionalmente. El terapeuta debe estar dispuesto a enfatizar el material clave, aunque esto no implique excluir otros temas. Su tarea es mantener la puerta abierta al inconsciente, expresando un deseo claro de escuchar aquello que está más profundamente reprimido.
Por ejemplo, un psicólogo en El Prat de Llobregat podría utilizar esta técnica para ayudar a un paciente a explorar aspectos aparentemente triviales que resultan tener un significado profundo. Este enfoque permite que los pacientes se sientan más cómodos al abordar temas complejos, llevando el proceso terapéutico a un nivel más significativo.
Así pues, las intervenciones del terapeuta durante las entrevistas preliminares son fundamentales para establecer una relación terapéutica efectiva. A través de técnicas como la puntuación y la escansión, el terapeuta ayuda al paciente a explorar su inconsciente y a centrarse en los temas más relevantes. Estas herramientas, combinadas con la sesión de tiempo variable, permiten evitar discursos superficiales y fomentar un trabajo terapéutico más profundo.
Este enfoque no solo mejora la calidad de la terapia, sino que también ayuda al paciente a desarrollar una mayor curiosidad y compromiso con su propio proceso. En manos de un terapeuta experimentado, como los profesionales de l’Espiral, estas técnicas pueden transformar las primeras etapas de la terapia en un terreno fecundo para el cambio y el crecimiento personal.
Aleix Boronat Monfort
Director y fundador de l’Espiral. Terapeuta Gestalt, Formador y Mentor en Mindfulness y Miembro adherente de la AETG. Formación en Psicoterapia Integrativa (programa SAT). Formado en técnicas psico-corporales (Yoga, Shiatsu y Movimiento, Bioenergética y Movimiento Auténtico).