¿Es miedo psicológico o es un miedo real?

Vamos a explorar cómo podemos relacionarnos sabiamente con la mente que cuenta historias de una manera que realmente nos permita evolucionar sanamente.

La premisa básica es que es natural que generemos historias y que creamos en ellas; después de esto, nuestra continua evolución en la conciencia nos pide que vayamos a una mirada “Meta” de las historias. En otras palabras, que veamos las historias desde un punto de vista más amplio de la conciencia, para que podamos discernir sobre cuáles nos están sirviendo ahora – para que podamos discernir sobre las que han sido inconscientes y que, de hecho, nos mantienen en una especie de prisión – y que, al iluminarnos con una luz de conciencia, seamos capaces de encontrar algo de libertad. Para ello. El acompañamiento de un profesional, sea este un psicólogo, un Terapaeuta Gestalt o un Profesor de Mindfulness será algo esencial. Es muy difícil poner luz en la oscuridad si lo haces tú solo.

“Meta”, o ir a meta, es una capacidad que tenemos. Está correlacionada con las partes del cerebro que están relacionadas con la atención plena. Se llama metacognición. Es una parte de nosotros que entiende que estamos perdidos en el pensamiento y que los pensamientos no están ayudando. Como ejemplo, esta charla entre padres e hijos en la que un niño pequeño le dice a su madre: “Imagina que estás rodeada por diez tigres hambrientos y feroces. ¿Qué harías?” La madre dice, luego de pensar en ello, “¡No lo sé! ¿Qué haría yo?” Y el niño le responde: “¡Solo dejar de imaginar!”.

Nuestra capacidad para ser conscientes de todo el proceso de contar historias es lo que nos permitirá evolucionar en dirección a la verdadera sabiduría y compasión.

Al igual que nuestra capacidad para contar y comunicar nuestras historias nos catapultó a la cima de la cadena alimenticia, nuestra capacidad para ser conscientes de todo el proceso de contar historias es lo que nos permitirá evolucionar en dirección a la verdadera sabiduría y compasión.

Las historias que nos aprisionan tienen dos cualidades. Una de ellas es que se basan en el miedo, en el acoso del miedo; y la otra es que son en gran medida inconscientes. Una gran cantidad de nuestras historias están basadas en el miedo, y eso es algo natural. En la historia de la evolución humana, pasamos mucho tiempo en la mitad de la cadena alimenticia. Estuvimos en la mitad de la cadena alimenticia durante millones de años y fue solo en los últimos 100.000 que saltamos a la cima. Durante millones de años todo nuestro sistema nervioso fue diseñado en torno a anticiparse a las grandes amenazas de otras criaturas más grandes que nosotros, así que definitivamente era cuestión de vida o muerte.

Miedo real o psicologico

Otros animales que están en la cima, y que han estado en la cima, como los leones y los tiburones, tuvieron millones de años para llegar allí. Otras partes del ecosistema tuvieron millones de años para adaptarse a su dominio y encontrar otras estrategias. Las gacelas podían correr más rápido; otras criaturas podían camuflarse mejor. Había un equilibrio que impedía que los de arriba causaran demasiados estragos.

Pero los humanos… saltamos a la cima pero pasó algo más. Los leones y los tiburones tuvieron tiempo para ajustarse a sí mismos, por lo que tienen un cierto tipo de dignidad, gracia o facilidad en su papel. La mayoría de los depredadores superiores son criaturas majestuosas. Millones de años de dominio les da un cierto tipo de confianza. Pero en cambio, los humanos, somos como dictadores asustados. Al haber sido hasta hace tan poco tiempo, los desvalidos de la sabana, estamos llenos de miedos y ansiedades por nuestra posición, lo que nos hace doblemente crueles y peligrosos. Muchas calamidades históricas, desde guerras mortales hasta catástrofes ecológicas, han sido el resultado de este salto demasiado apresurado.

Muchos vamos por ahí con miedos, como si realmente, a la vuelta de la esquina, fuéramos a ser asaltados por un león.

La mayoría de las cosas para muchos de nosotros son “solo” miedos psicológicos – fantasías donde vamos a ser rechazados, o de alguna manera perder la pertenencia – aunque muchas personas que caminan en la tierra están lidiando con miedos muy físicos. Pero el cerebro de la supervivencia está todavía muy en acción, con eso de estar en el medio de la cadena alimenticia. Joseph Campbell lo describe así: “La mayoría de las religiones comienzan con la palabra ‘¡Ayuda!’”. Son una respuesta a este miedo existencial de ser diezmado. Y lo mismo ocurre con nuestras cosmologías personales, con la forma en que damos sentido al mundo: hay mucho miedo en nuestro sistema. Tenemos la sensación de un “peligro a la vuelta de la esquina”, de que otros nos van a hacer daño o de que vamos a fracasar de alguna manera. Así que utilizamos nuestras historias para mantenernos alerta, para protegernos del daño y del peligro.

Un porcentaje de nuestras historias de miedo son por supuesto -y esto es lo que lo hace peligroso- alertas inútiles. Entonces la pregunta es: “Bueno, ¿cómo sé lo que es el miedo útil y lo que es solo el miedo habitual?”

Gracias al acompañamiento de un terapeuta gestalt, puedes aprender a usar la metacognición para empezar a tomar conciencia de los miedos y sentir cuando es un hábito biológico versus un “¡Esto es lo que está pasando en mi vida!” La mayoría de las veces, todo es simplemente el resultado de un cerebro hiperactivo en modo supervivencia. Lo malo es que esto nos mantiene alejados de otras personas, y limita nuestra evolución continua.

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