Contacto | Pedir cita

¿Cómo saber si he sido abusado?

Abuso y sanación: el apoyo de un psicólogo o terapeuta Gestalt es esencial para el paciente

La palabra abuso, del latín abusare consta de dos elementos, una preposición ab- que, además de la idea de alejamiento o de repulsión, expresa también la idea de exceso, de superación. Y el verbo usare, que significa valerse de, servirse de. 

La palabra abusar, cuando la atribuimos a algún hecho, nos dice que nos relacionamos con algo de una manera tal que el uso que se hace está lejos de sus capacidades reales y que se produce una superación de lo que es capaz de sostener sin perjudicarlo.

En cuanto al ser humano, abusar de él querrá decir que le estamos obligando a más de lo que es capaz de sostener de manera sana y que está provocando en la persona un alejamiento de su estado saludable, esto es, provocando un desequilibrio emocional, mental y físico.

Cuando abusamos de alguien, no atendemos las capacidades reales de la persona y con nuestras acciones la llevamos hacia un estado alejado de su esencia. Si el ser humano necesita estar en un cierto equilibrio para mantener una vida sana, el abuso es lo que genera, en primera instancia, un desequilibrio que lo aleja de esta necesidad.

Las relaciones nos afectan más de lo que pensamos

El abuso, sea físico, mental o emocional, como cualquier otro evento en la vida de un niño, se desarrolla en un contexto interpersonal. Somos seres que necesitamos a los demás para vivir una vida plena y satisfactoria. 

En algunos momentos esta necesidad es una dependencia en la que nos va la vida, como cuando acabamos de nacer y necesitamos el otro para que nos alimente, en otros puede ser algo menos vital, pero igualmente importante, como conseguir apoyo emocional en los momentos difíciles.

El abuso se produce en la relación, y el primer ámbito de relación que tenemos suele ser la familia. Será en este marco relacional donde generalmente se producirá el abuso y, si no es así, será este el marco relacional que deberá apoyar al niño si éste es abusado fuera del núcleo familiar.

“Abusar” es obligar a un niño a tragarse la rabia sin ofrecerle una salida creativa a su malestar, o dejarlo solo llorando desconsolado por la noche, o obligar a coger responsabilidades que no le corresponden por el edad que tiene, o usarlo como satisfactor sexual … en definitiva, no respetar las necesidades y las capacidades de la etapa evolutiva en la que se encuentra y no ofrecer un espacio de reparación donde poder recuperar el equilibrio perdido. Obligarle a ir más allá de lo que está preparado para sostener saludablemente.

En algunos casos el abuso será la tónica general de la relación, en otros, será un hecho puntual en la historia del niño. Si el abuso es visto y reconocido, y la familia dispone de los recursos físicos y emocionales necesarios, se podrá acompañar al niño a que transite el dolor vivido y pueda dar lugar a la experiencia de una manera creativa que la ayude a continuar desarrollándose como persona

Pero si el abuso es minimizado, negado, o no se ha visto, el niño se verá solo y desamparado. Obligado a transitar, como buenamente pueda, el dolor vivido. Si además el abuso se produce por la misma o las mismas personas que deberían tener cuidado del niño, el grado de traición y confusión que vivirá el niño será una dificultad añadida a la hora de realizar el proceso de sanación en terapia.

Un psicólogo o un terapeuta en el Prat, para entender cómo puede haber afectado una determinada situación abusiva a un paciente, en el proceso de psicoterapia, debe tomar conciencia de tres aspectos diferentes del hecho traumático.

Como saber si he sido abusado

Y si abusaron de mi… ¿en qué ambiente dónde se produjo?

Uno es el ambiente en el que se ha producido el abuso y el grado de apoyo que ha habido. Esto nos ayudará a comprender las posibles defensas y resistencias que el cliente muestre a terapia. Un espacio donde testeará, aunque sea de forma inconsciente, si la relación y el grado de apoyo que recibe del otro (en este caso del terapeuta) será diferente de lo que ha vivido a lo largo de su historia personal.

¿En qué fase del desarrollo dónde se produjo el abuso?

Otro aspecto a tener en cuenta es la fase del desarrollo donde se ha producido este abuso así como los recursos internos y externos de los que disponía el niño y su estilo de adaptación

En nuestra consulta de El Prat de Llobregat, podemos tomar como marco de referencia las etapas del desarrollo sobre las que Wilhelm Reich y posteriormente Alexander Lowen desarrollaron en la Psicoterapia Bioenergética. Atendiendo a ellas, veremos que, a modo de ejemplo, si la carga más grande del abuso se ha producido durante la fase Pre-oral del desarrollo, el adulto podrá presentar un ego débil, como un sentido de inadecuación en el mundo.

Si se ha tenido que valer por sí mismo, sin mucho apoyo externo durante la fase Oral, podrá sentirse incapaz de estar solo, y anhelará, suplicará y se aferrará a todo aquello que le permita tener un contacto íntimo y cariñoso, pagando con su independencia. 

Durante la etapa Anal, el niño abusado, aprenderá a mantener latentes sus impulsos de autoafirmación, tanto los que adoptan la forma de “no” a la imposición como los del “sí” a sus sueños y deseos. 

Si la mayor parte del abuso se produce durante la etapa fálica, el adulto se moverá para impedir sobre él o conseguir sobre los demás el poder, el control y la manipulación. 

Y finalmente, si se produce en la etapa Genital, al adulto lo dominará el miedo a ceder o ser utilizado, ante esto se convertirá en una persona rígida que, a pesar de escuchar las llamadas de su corazón, impedirá que se exterioricen.

El abuso y el acompañamiento que se haga, generará que la persona se aparte de su propia esencia construyendo una coraza en forma de carácter, más o menos rígida, a su alrededor. 

Dejará de ser una persona que se relaciona con el mundo de una manera armónica y adaptada a la realidad presente. Dejará de confiar en sus propias capacidades y en las intenciones del demás para empezar a defenderse o atacar, a sobreprotegerse o sobreexponerse. Dejará de atender sus necesidades más profundas y las sustituirá por objetos analgésicos de su angustia existencial. 

En definitiva, manipulará y falseará para poder seguir viviendo en un mundo que cree hostil. Una visión del mundo forjada en sus vivencias de infancia y que hoy en día aún no ha podido actualizar.

¿Qué pasó?

Y finalmente el tercer aspecto a tener en cuenta será el hecho traumático en sí (si es que se es consciente de él). Si es algo que ha sucedido repetidamente a lo largo del tiempo o bien nos centramos en un hecho puntual, así como la intensidad, el grado de violencia, rechazo, descuido o ignorancia por parte del perpetrador y/o cuidador.

Para los psicólogos y terapeutas Gestalt, tener en cuenta estos tres aspectos, nos ayudará a comprender mejor lo importante del apoyo que se le pueda ofrecer al cliente para que éste se atreva a relacionarse con el mundo de una manera diferente de aquella que le permitió sobrevivir y salir adelante con su vida. 

El apoyo que puede ofrecer un terapeuta será crucial para que el adulto pueda empezar a dejar atrás viejos patrones y defensas aprendidos en la infancia. 

Gracias a sentirse respetado, escuchado, y aceptado tal como es, podrá empezar a conectar con su deseo y su voluntad, y encaminar sus acciones hacia el bienestar emocional, físico y psíquico.

Esta es nuestra tarea en l’Espiral.

Artículos recientes

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad