¿Quién no ha sentido alguna vez que está en una especie de bucle sin sentido?
Los psicólogos y terapeutas Gestalt de El Prat, y de tantos y tantos otros lugares, muchas veces escuchamos frases que, quizá, tu también has escuchado alguna vez: “Otra vez he vuelto a liarme con un idiota!”, dice tu amiga desesperada al otro lado del teléfono. “No sé que me pasa, pero en todos los trabajos me encuentro con el mismo problema, ¡todos me toman por el pito del sereno!”, llora tu amigo medio borracho abrazado a una cerveza en la barra del bar.
O nosotros mismos viendo cómo, una vez más, hemos vuelto a tropezar con la misma piedra. Quizá resulta que no somos capaces de dejar aquella amistad o pareja al lado de la cual hace tantos años que nos sentimos atormentados. O el simple hecho de querer perder peso y hacer dietas y más dietas en un eterno efecto rebote.
Las relaciones lo son todo, y si haciendo lo de siempre, sobrevivimos en una relación.. ¿por qué no repetir?
La manera de relacionarnos con el mundo y con nosotros mismos muchas veces es una repetición constante de pilotos automáticos. Y aunque quisiéramos tener otro tipo de relaciones, de pensamientos o vivir la vida con alegría, acabamos pensando lo mismo, haciendo lo mismo día tras día y viendo el mundo del mismo color que ayer, anteayer y el año pasado.
No es que seamos seres de costumbres, sino que más bien somos seres programados para sobrevivir, para poder vivir un día más, y un día más, y un día más … “la naturaleza”, quiere que vivamos, pero no le importa mucho si somos felices o no. Como dice Robert Wright, profesor de Psicología Evolucionista y Budismo en la universidad de Princeton, “para ‘la naturaleza’ lo importante es que nuestros genes pasen a una nueva generación, si lo hacemos felizmente o no es secundario”.
Y como quiere que sigamos adelante, sea como sea, nuestra neurología, tal y como afirma Antonio Damásio, gracias a los “marcadores somáticos” se encargará de, si hemos hecho algo que ha funcionado en un momento dado para sobrevivir a una situación más o menos peligrosa, lo guardará como un recurso que volverá a hacer servir si hay cualquier situación que se le parezca. Si funcionó entonces… ¡vuelve a hacerlo!
Si hubo una situación traumática, un abuso o un cierto momento de dificultad y adoptaste una estrategia que te permitió salir adelante … ¡vuelvelo a hacer! Aunque no te haga feliz… haz… Si abusaron de ti y aún estás vivo… ¿por qué no repetir la respuesta psíquica, emocional y motora que te permitió salir adelante? ¿Verdad que estás vivo? ¡Pues tira millas! dice nuestra neurología. ¿Que no eres feliz?… bien… pero ¿verdad que estás vivo?
Cada semana, decenas de pacientes visitan nuestra consulta en El Prat de Llobregat, y cada semana, los psicólogos y terapeutas Gestalt que trabajamos allí nos encontramos que, a pesar de la voluntad de cambiar del paciente, este se encontrará con la firme oposición de partes suyas que querrán que todo siga igual.
El apoyo del psicólogo es esencial.
Establecer un soporte adecuado, para que el paciente sienta cierta seguridad y poder experimentar nuevas respuestas a lo que la vida le ofrece, será una tarea fundamental durante el proceso de psicoterapia.
El paciente necesita establecer una nueva relación con el entorno, más sana, más allá de los automatismos que aprendió para sobrevivir al abuso vivido. Y es que todos hemos sido, en mayor o menor medida, abusados.
Y claro, si estás leyendo esto sobreviviste a ese abuso, de manera que… ¿cómo vas a dejar de lado aquello que te permite estar ahora leyendo esto? Quizá lo pasas mal en tu vida, pero estás vivo! ¿verdad?
Aleix Boronat Monfort
Director y fundador de l’Espiral. Terapeuta Gestalt, Mentor en Mindfulness y Miembro adherente de la AETG. Formación en Psicoterapia Integrativa (programa SAT). Formado en técnicas psico-corporales (Yoga, Shiatsu y Movimiento, Bioenergética y Movimiento Auténtico).
