Que un amigo te pida 50 euros y prometa que te los devolverá en pocos días, que hayan pasado dos meses y se esté haciendo el “despistado” y que tu seas una de esas persona que les cuesta poner límites, ser asertivo y decir las cosas claras a la cara y que, además, se te haya roto la lavadora y que sepas que esos 50 euros te vendrían de perlas para poder pagar la nueva y que una vocecita dentro de ti te esté diciendo “ves a reclamarle el dinero a Pedro!”, todo esto. Si te sucede todo esto. Tienes muchos números para ponerte ansioso.
¿Cómo vas a dejar de ser ese ser bondadoso, tímido y comprensivo con los demás para convertirte en alguien que está muy enfadado, es directo y comprensivo con tus necesidades de un día para otro? ¿Cómo lo harás para recuperar tus 50 euros o dejar claro que Pedro es un caradura si no te los devuelve?
Como veníamos diciendo en el artículo anterior, como psicólogos y terapeutas Gestalt en El Prat, para poder ayudar al paciente a dejar esta lucha que genera ansiedad y empezar a cambiar el statu quo, incorporando en su “yo” aquellos impulsos y deseos que en su día quiso dejar “fuera”, el terapeuta deberá asegurarse que el campo relacional en el que se desarrolla la terapia cumpla una serie de condiciones:
Condiciones adecuadas en una terapia para la ansiedad
1. Que el ambiente (que en el caso del marco terapéutico sería la figura del psicoterapeuta), esté receptivo y que no niegue ni minimice, como seguramente sí hizo en el pasado el entorno, la experiencia presente del paciente, en este caso, la ansiedad.
A veces, en el inicio de la terapia, no es suficiente una posición “neutral, ya que deja demasiado “peso” en manos del paciente en un momento en el que todavía no puede sostener el cambio psico-emoción-relacional y las experiencias que este cambio conlleva.
2. Que el terapeuta Gestalt pueda sostener y tener en cuenta cualquier posibilidad. Sin añadir ni quitar nada de lo que el paciente aporte a la sesión terapéutica. No sabemos que hay detrás la ansiedad, y es necesario que quien acompañe al paciente pueda acoger cualquier manifestación emocional, psicológica o reacción corporal que el paciente muestre.
3. Que el psicólogo no coaccione o ejerza presión hacia una determinada versión de la realidad. El paciente, debido al tipo de apoyo que recibió, ya tuvo que resignificar o redimensionar la experiencia para salir adelante, y no necesita que el terapeuta ejerza un tipo de apoyo que le “invite” a hacer lo mismo.
4. Que el terapeuta pueda sostener, aceptar y respetar la expresión fragmentada de la vivencia, a veces contradictoria o confusa del cliente, sin atribuir significados prematuros sobre ella. Que pueda dejar el tiempo y el espacio suficientes para que sea el cliente quien pueda discernir cuál es su “verdad” entre las distorsiones, olvidos y las impresiones simbólicas que van apareciendo durante el proceso terapéutico.
Cambiar el statu quo puede ser un proceso lento y dificultoso, y el apoyo y el acompañamiento terapéutico será crucial para que el paciente no se sienta ni invadido ni abandonado por el entorno (en este caso el terapeuta), sentimientos que podrían aumentar la ansiedad en caso de aparecer.
Muchas veces el paciente viene con la urgencia de eliminar la ansiedad. Y si es tan limitante que dificulta mucho su quehacer en su vida por supuesto que podemos dar herramientas o hacer una psicoeducación emocional que ayude a disminuir el síntoma.
Pero otro paso muy importante es poder darnos el tiempo, y dar el tiempo al paciente, para que pueda tomar consciencia de cómo está viviendo su vida que la ansiedad aparece. Que está haciendo con sus emociones, con sus deseos, con sus necesidades, con sus anhelos.
Será gracias a esta toma de conciencia y a las herramientas que irá adquiriendo durante las sesiones, que la ansiedad dejará de ocupar un lugar tan predominante en su vida. En su lugar habrá la consciencia, la presencia y la responsabilidad de dirigir la vida cómo y hacia uno verdaderamente quiere.
Aleix Boronat Monfort
Director y fundador de l’Espiral. Terapeuta Gestalt, Mentor en Mindfulness y Miembro adherente de la AETG. Formación en Psicoterapia Integrativa (programa SAT). Formado en técnicas psico-corporales (Yoga, Shiatsu y Movimiento, Bioenergética y Movimiento Auténtico).
