Contacto | Pedir cita

Mindfulness para dejar de estar controlado por los pensamientos.

Nuestras pensamientos, nuestras historias, nuestros recuerdos, nuestras vivencias, son realmente buenos sirvientes, tienen el potencial de hacernos ser, de definirnos, de darnos un lugar en el mundo… y tienen también el potencial de ser terribles amos que controlan nuestras vidas.

Cuando nuestros pensamientos son los amos, nos definen, nos dice que somos, cómo somos, cómo responder ante la vida, cómo sentir, cómo pensar… Esta es la clave de toda la exploración que os invito a hacer en este y en los siguientes artículos. 

Cuando uno acude al psicólogo o al terapeuta Gestalt, con el tiempo, al explorar nuestra mente, nuestras emociones y nuestro cuerpo durante las sesiones, podemos llegar a ser conscientes que nuestras historias pueden mantenernos atrapados en un sentido muy pequeño de nosotros mismos; pueden recordarnos formas de prestar atención y formas de ser que nos evoquen, que nos despierten, un sentido de confinamiento del yo, un yo pequeñito, una mente pequeñita que nos limita en nuestra relación con el mundo.

Así que esto es, también, algo que descubriremos si practicamos Minfulness o vamos a un terapeuta o psicólogo humanista como los que trabajamos en l’Espiral de El Prat.

Los grandes meditadores dicen que, si estás sufriendo, es que estás creyendo una historia que no te está sirviendo. Cualquier tipo de sufrimiento. Es que estás creyendo una historia que no te está sirviendo.

El pensamiento te está dominando; te está definiendo. Entonces la pregunta que podemos hacernos puede ser: ¿Cómo sabemos si las historias en nuestra mente nos están sirviendo? ¿Podemos realmente tener ese filtro? ¿Tendremos suficiente atención para dar un paso atrás y decir: «Oye, esto es un cuento que me cuento» «¿Qué me está haciendo?»

¿Podemos? Y: si estamos enganchados, ¿cómo nos desenganchamos?

Vivimos atrapados en trances mentales

Rumi, un místico Sufí del siglo XII dejó escrito con gran sabiduría «Debo haber sido increíblemente simple o borracho o loco para colarme en mi propia casa y robar dinero, trepar la cerca y tomar mis propias verduras… pero nada más. Me he liberado de ese puño ignorante que pellizcaba y retorcía mi yo secreto. El universo y la luz de las estrellas me atraviesan. Soy la luna creciente colocada sobre la puerta del festival».

Rumi nos explica como casi universalmente entramos en trance de manera muy fácil, una especie de auto-trance del ego. Un trance que nos lastima a nosotros mismos y a los demás. Con nuestros pensamientos, con nuestras formas de actuar. 

De alguna manera estamos juzgándonos, retorciéndonos y pellizcándonos a nosotros mismos y los unos a los otros, controlando, defendiendo, juzgando, criticando… Y a medida que nos liberamos de ese comportamiento egoísta, a medida que nos liberamos del juzgar y controlar, esa “luz de las estrellas” comienza a brillar a través de nosotros. Volvemos a casa. A lo que realmente somos.

Mujer Yoga

¿Cómo puedo apaciguar a mi juez interno?

El trance, la crítica, el juicio, es alimentado… Está siendo continuamente alimentado. Sigo volviendo una y otra vez a los pensamientos y creencias que tenemos. Son las creencias que nos convencen, de alguna manera profunda, de que «no soy suficiente» o «algo está mal contigo» o «nadie me amará nunca» o «nunca atraeré a nadie» o «nunca estaré bien” o “nadie puede entenderme realmente”. Son creencias fundamentales, ideas que quizá suenan a locura, pero que las creemos como absolutamente verdaderas en el fondo de nuestro trance mental.

Y luego los pensamientos que las rodean, que nos impiden confiar en nosotros mismos y confiar en nuestra vida.

Y lo que pasa con las creencias es que nosotros… las creemos. Realmente creemos que son ciertas. Es como estar en una sala de cine y ver una película y realmente pensar que la película es la realidad. Y esa estrella de la película, por supuesto, soy yo.

Así que seguimos viviendo en este infierno donde todo está organizado alrededor de esta persona que se ofende fácilmente y tiene todos estos juicios y pensamientos que son como ese puño ignorante que nombraba Rumi, ese puño con el que nos seguimos causando daño.

Gandhi –y este ha sido un ejemplo que muchos líderes espirituales han comentado también– lo describe así: nuestras creencias crean nuestros pensamientos y emociones, y estas terminan generando nuestro comportamiento, lo que, a su vez, crea nuestro carácter, lo que, en consecuencia, crea nuestro destino. 

Vivimos escindidos de partes de nosotros que nos pueden ayudar a vivir una vida más plena y feliz

La idea es que el patrón familiar de pensamientos que siguen circulando por nuestras mentes en realidad termina creando y dando forma a nuestra experiencia de vida… lo que significa que uno puede encontrar, entonces, una motivación realmente buena para empezar a aprender a salir de esos patrones de pensamientos que continúan, día tras día , pellizcando y exprimiendo nuestro yo secreto.

Eso es lo que explicaremos en los siguientes artículos ¿cuáles son las historias individuales y colectivas, cuál es el trance en el que estamos que nos perjudica?; y ¿cómo salimos, cómo nos liberamos?

Como terapeuta Gestalt y Mentor en Minfulness, te acompañaré a explorar la base de tu sistema de creencias. Y una cosa que ya te puedo decir, es que, algo que todos sentimos, que todos creemos, es que «soy un yo separado».

Nuestro sistema nervioso está programado para tener esa percepción de separación

(Algo de esto escribí en un artículo anterior sobre la ansiedad). Eso no significa que no tengamos la capacidad de experimentar lo que está más allá (más allá de nuestras creencias, más allà de nuestros patrones repetitivos emocionales, más allà de lo que consideramos que somos o dejamos de ser…), pero estamos preparados para tener esa sensación de separación, y no es consciente. 

Esta noción de fondo, persistente, está sostenida por nuestros pensamientos. Nuestros pensamientos son todos dualistas; todos ellos crean un esto y un aquello y un antes y un después y un bien y un mal y un tú y un yo. Los pensamientos acostumbran a dividir el mundo. Y son necesarios para manejarnos en un mundo dónde no controlamos nada, necesitamos hacer esto. Otra cosa es dejarse dominar por ellos

Los místicos, los grandes meditadores dicen que, sin pensamientos… hay un flujo continuo de realidad. Con pensamientos está fracturado. No significa que los pensamientos no sean útiles; pero está fracturado. Estamos fracturados. Vamos a ver como nos unimos…

En L’Espiral.cat ofrecemos terapias de Mindfulness en El Prat de Llobregat.

Artículos recientes

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad