¿Para qué va a querer alguien darse cuenta de sus creencias profundas? ¿por qué vamos a dedicar tiempo a esto? Lo que no motiva a indagar a las personas que acuden psicoterapia o cursos o talleres de Mindfulness, es que, a medida que se empieza a profundizar en nuestra atención, se empieza a percibir la cantidad de sufrimiento que hay, todo el sufrimiento que hay cuando nos identificamos con un yo deficiente y no querible.
A medida que uno avanza en un proceso terapéutico, ya sea en consulta individual o en grupo vemos como es el condicionamiento que se perpetúa; empezamos a sentir que somos «leales a nuestro sufrimiento», que seguimos repitiendo las historias y que estamos siendo realmente leales a nuestro sufrimiento; pero, al mismo tiempo, va creciendo en nosotros la sensación de que hay otra posibilidad.
Llegar a ser más íntimos con la verdad significa que asumimos el exquisito riesgo de profundizar en nuestras creencias.
Se necesita mucha motivación para empezar a iluminar nuestras creencias y ser capaces de empezar a abrirnos a lo que hay debajo de ellas. Hace falta valor. Llegar a ser más íntimos con la verdad significa que asumimos el exquisito riesgo de profundizar en nuestras creencias.
El primer paso es tomar conciencia de que nos estamos contando una historia basada en el miedo; que hemos enmarcado la vida como un problema, y que nos hemos enmarcado a nosotros mismos como un problema.
Nuestra tarea como psicólogos o Terapeutas Gestalt, o bien en un taller de mindfulness, es despertar la curiosidad en las personas que acuden a nuestro centro de El Prat de Llobregat o las sesiones On-Line. Es que puedan llegar a decir: «Sí, en realidad me gustaría captar las creencias que me tienen atrapado». Se puede empezar con algunas que no tengan tanta carga, sólo para tener la experiencia de decir: «Vale, aquí hay una creencia que creo que es real y que me está haciendo sentir más contraído».
Entonces empezamos a hacernos conscientes. Como este asistente a un taller de mindfulness que narraba una historia algo parecida la que te cuento a continuación, pero suficiente cambiada como para preservar el anonimato.
Esta persona estaba realmente interesada en observar su mente y ver cuán a menudo hay algún trasfondo de una creencia de la que no era consciente, y ver cómo esto estaba afectando su sentido de las cosas.
Contaba que una vez a la semana iba a hacer una ruta a pie cerca de su segunda residencia. Allí hacia una pequeña meditación de pie en un claro del bosque.
Relató que, en una ocasión, se quedó quieto, y se encontró con enorme sensación fatiga. Para él esto era algo crónico, ya que durante varias semanas había sido consciente de una consistente fatiga que estaba a un nivel más intenso y opresivo de lo habitual. Así que su mente comenzó a dar vueltas y preguntarse «qué está causando esto», «cómo es que esto está sucediendo», «qué tengo que hacer al respecto» y así sucesivamente.
Como llevaba varios meses recibiendo un acompañamiento individualizado de mindfulness , finalmente se dio cuenta de su discurso interno: «Bien, estoy hablando conmigo mismo aquí y ahora» – y, «¿Cuál es la creencia? ¿Cuál es la suposición que sostengo aquí, en esta creencia?»
Su suposición era que estaba atrapado en algo malo en ese mismo momento, y pensaba «algo malo está sucediendo» y no debería estar sucediendo. E inmediatamente después, pensaba: «Soy de alguna manera cómplice en esto», que es como si dijera que él causaba esa mala «situación», de alguna manera. De nuevo, este pensamiento basado en el miedo tiene un trasfondo de: «Esto no debería estar pasando», «esto está mal», «no debería ser así».
Al recordar lo que había aprendido en los talleres y en la consulta individual, se pudo decir a si mismo: «Está bien, una creencia, y hay muchos ‘no’ alrededor de ella, y no debería estar pasando eso. ¿Entonces… qué está pasando realmente?» Paró entonces a escuchar su cuerpo; y estaba sintiendo ese peso, algo así como un dolor o presión en su corazón. Y, tal y como lo contaba, era realmente pesado. Su mente estaba confusa. Así que se dijo: «Esto es desagradable». Y entonces hubo un poco más de silencio, y un poco más de apertura hacia un testimonio frente al yo oprimido, asediado y fatigado: Ese fue el comienzo de un cambio.
Pero relató que, naturalmente, volvió a pensar. Y el pensamiento fue: «Sí, pero si no presto atención a esto no daré los pasos para arreglarlo, por lo que tengo que prestar atención para arreglarlo…» Y luego había otra parte de se que decía: «Tú puedes pasar tiempo pensando en ello y arreglarlo; pero estás exagerando mucho», porque fue más allá de la necesidad.
Entonces, se calló de nuevo, y sólo sintió el cuerpo: «Siento una opresión… se siente desagradable» y a medida que practicaba Mindfulness, cada vez más, el «quién era» era la conciencia que presenciaba y sólo sentía: «¡esto es difícil! Este ser, este organismo, está luchando ahora mismo».
Entonces, surge la pregunta: «Si nada está mal – si no hay una creencia de que algo está mal – entonces ¿qué hay aquí?» Puedes preguntarte esto ahora mismo; porque está en el centro de lo que estás viendo.
¿Que aparece si nos libramos de cualquier creencia que indique que algo está mal?
Si salimos de cualquier creencia que indica que algo está mal en cómo son las cosas, que deberían ser diferentes, entonces ¿qué hay aquí?, ¿qué hay ahora? Lo que habitualmente encontramos es que puede ser desagradable e intenso, pero la identificación con ello se disuelve y hay una sensación de que estamos descansando en una conciencia que puede incluir lo que está aquí en este momento. Y eso es la libertad.
La clara revelación para esta persona que nos compartía su experiencia, ese día, fue que, mientras hubiera cualquier trasfondo de una creencia de que «no debería estar sintiendo esto», no había forma de tener compasión. Si estás haciendo algo mal, no hay espacio para que surja esa ternura.
Aleix Boronat Monfort
Director y fundador de l’Espiral. Terapeuta Gestalt, Mentor en Mindfulness y Miembro adherente de la AETG. Formación en Psicoterapia Integrativa (programa SAT). Formado en técnicas psico-corporales (Yoga, Shiatsu y Movimiento, Bioenergética y Movimiento Auténtico).
