En el anterior artículo te explicaba que R.A.I.N. es un acrónimo inglés que significa Recognize (reconocer), Allow (aceptar, permitir), Investigate (investigar), Nurture (nutrir).
Ahora, igual que has hecho en anteriores artículos, te invito a que leas las siguientes líneas como si fueran una meditación guiada por un psicólogo en el Prat experto en Mindfulness.
Naturalmente la primera vez que lo hagas necesitaras abrir y releer los párrafos para ir interiorizando las instrucciones. Tómate tu tiempo. No estás en un taller de Mindfulness guiado o guiada por un terapeuta Gestalt. Se amable contigo mismo, contigo misma.
En esta meditación guiada que haremos, primero veremos qué ocurre y cómo es cuando no estamos atentos, cuando nos resistimos y decimos «no» al momento, y luego veremos el poder de Reconocer y Permitir atentamente, diciendo «sí» a nuestra experiencia.
Siéntate de forma cómoda. Realiza los ajustes necesarios para sentirte alerta y a la vez relajado, relajada. Puedes, si te sientes cómodo, cómoda, cerrar los ojos. Y haz unas cuantas respiraciones largas y lentas para recoger tu atención, inhalando profundamente, llenando los pulmones. Y exhala lentamente, liberando la tensión o la tirantez con la exhalación. Hazlo dos o tres veces. Inspiración profunda, espiración lenta.
Dejando que la respiración retome su ritmo natural, por favor, trae a tu mente una situación actual en tu vida que provoque una reacción de ansiedad, o ira, o auto-juicio.
No algo que sea traumatizante, que no te sirva, sólo algo que te desencadene, que te provoque algún miedo, alguna irritación.
Una vez que hayas decidido la situación, observa si puedes repasarla como si fuera una película, haciendo pausas en los momentos más cargados emocionalmente.
Cada vez que llegues al lugar que es “la peor parte”, pausa la película. Y siente en esos momentos cuál es la parte más inquietante, la peor parte.
¿Qué temes que vaya a ocurrir? ¿Qué crees? ¿Qué sientes? Y cuando sientas lo que está pasando dentro de ti, empieza a decir «no» a eso, a lo que sea que estés sintiendo.
En otras palabras, dirige mentalmente una corriente de «no» a lo que estás experimentando. O deja que la palabra lleve la energía del «no», de modo que estés rechazando, apartando lo desagradable.
El «no» puede estar comunicándote a ti mismo que esta situación es mala, que esta persona es mala, o que yo soy malo y estoy equivocado, que esto no me gusta, que no quiero sentir esto.
Así que, sea lo que sea que estés experimentando, envíale un «no» como si estuvieras intentando que todo desaparezca.
Y mientras envías este juicio de «no», nota cómo se siente esa resistencia en tu cuerpo.
Cuando dices «no» a una experiencia cuando quieres que desaparezca, ¿qué ocurre en tu cuerpo? ¿Sientes tensión? ¿Sientes presión? ¿Qué pasa con los sentimientos, los sentimientos dolorosos, cuando dices «no»? «No» al miedo, «no» a la ira. ¿Qué ocurre? «No», no deberías estar aquí, no quiero sentir esto. ¿Qué pasa con los sentimientos cuando dices «no»?
Imagina cómo sería tu vida si, durante las próximas horas, semanas, meses, siguieras moviéndote por el mundo con los pensamientos y sentimientos del «no». Cuando surgieran experiencias desagradables te resistieras y dijeras «no». ¿Cómo sería tu corazón, tu conciencia?
Ahora haz algunas respiraciones profundase, y si quieres cambia un poco tu postura.
Y entraremos en la segunda parte de esta meditación.
Entrando en quietud podrías recordar de nuevo la situación que trajiste a la mente.
Recuerda lo que te molestó, las imágenes, las palabras que pudiste haber intercambiado con otra persona y que te provocaron, los sentimientos. Permítete ponerte en contacto con la peor parte. Y como el hombre con Alzheimer de la historia del artículo anterior, reconoce lo que sientes, lo que está pasando. Pero esta vez, a tu manera, te inclinarás diciendo «sí» a la experiencia.
Así que, sea lo que sea que estés experimentando, miedo o ira, en el cuerpo, simplemente estás diciendo «sí» a la emoción, a los sentimientos en tu cuerpo. Estás permitiendo que estén ahí.
«Sí» al dolor, a la irritación. No estás diciendo «sí» al comportamiento de otra persona, estás diciendo «sí» a tu propia experiencia. Y si no es la palabra «sí», es la energía del «sí».
Es una inclinación, un permitir que esto esté aquí. Es como si dijeras que esto pertenece, que esto es parte de la vida. Observa lo que sucede cuando dices «sí», cuando permites que la vida sea como es.
Reconocer lo que ocurre y simplemente permitirlo: son la base de la atención plena, del Mindfulness que enseñamos en nuestros talleres que son guiados por un psicólogo en el Prat de Llobregat o por un Terapeuta Gestalt experto en Mindfulness.
Sea lo que sea lo que notes que surge ahora mismo, mira a ver si puedes enfrentarte a ello con esa reverencia, con esa energía del «sí», dejando que esté ahí.
Y fíjate en lo que ocurre. ¿Hay ablandamiento, apertura y movimiento en tu cuerpo? ¿Hay más espacio y apertura en tu mente? Mientras sigues sentado durante estos últimos momentos, siente la posibilidad de reconocer y decir «sí» a lo que surja en tu interior: el cambio en las sensaciones, los sentimientos, los sonidos.
Fíjate en lo que ocurre si dejas que el «sí», esa reverencia y ese permitir, vayan aún más allá. ¿Qué ocurre cuando no hay resistencia y la vida puede ser tal como es? ¿Te das cuenta del espacio que se abre, el espacio de la presencia?
La poeta Martha Postlewaite escribe: «Crea un claro en el denso bosque de tu vida. Crea un claro en el denso bosque de tu vida».
¿Puedes sentir cómo reconocer y permitir, aceptar, decir «sí» al momento que genera ese claro sagrado?
Si te parece valioso, puedes escribir un poco sobre lo que has experimentado con el «no» frente al «sí», con la resistencia frente al Reconocimiento y Permiso de tu experiencia.
Aleix Boronat Monfort
Director y fundador de l’Espiral. Terapeuta Gestalt, Mentor en Mindfulness y Miembro adherente de la AETG. Formación en Psicoterapia Integrativa (programa SAT). Formado en técnicas psico-corporales (Yoga, Shiatsu y Movimiento, Bioenergética y Movimiento Auténtico).
