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Un caso de ansiedad: Parte II

Esta estudiante de psicología que comentaba en el anterior artículo, acompañado de un psicólogo o Terapeuta Gestalt experto en Mindfulness, empezó lo que realizan los que participan en nuestros talleres de Habitar el Ser: Reconocer, Aceptar, Investigar y Nutrir (R.A.I.N).

Primero reconocer y permitir o aceptar sin resignación, y luego profundizar en la consciencia con investigar y nutrir. Trabajó R.A.I.N. sobre la ansiedad.

Ella eligió una situación en la que su autojuicio y ansiedad se dispararon. La que se presentaba era que estaba a punto de ir de vacaciones a conocer a la familia de su pareja. Así que le puso un nombre: «Esto es ansiedad por la imperfección» (o la no-perfección). Cuando lo reconoció, se le sugirió que recordara que no estaba sola, que muchos de nosotros estábamos haciendo lo mismo… lo mismo, el mismo baile.

Reconocer: » ansiedad», y luego Aceptar, permitir.

Sólo para aclarar-lo que en R.A.I.N. (Reconocer, Aceptar, Investigar y Cuidar) «aceptar» no significa que te guste. Aceptar sin resignación es estar dispuesto a dejarlo ser durante una pausa, durante un tiempo, para que puedas tener tiempo de profundizar en tu presencia y atención. «Aceptar» es como decir «sí, por ahora”.  “Sí», de nuevo, no significa «me gusta» sino «sí, voy a dejar ser por ahora». Eso es Reconocer y Aceptar.

Investigar. Aquí estaba, ansiosa. «Investigar» es principalmente la investigación de la sensación sentida en tu cuerpo. «Investigar» no es una investigación mental de: «Bueno, ¿qué significa visitar a sus padres?», y «¿qué va a pasar?», etcétera. Investigar es: «¿Qué está pasando dentro de este cuerpo-mente?». Podrías decir, «¿qué estoy creyendo?» «estoy creyendo que cualquiera que me conozca va a pensar que soy un perdedor». Podrías tener eso como trasfondo. Pero luego quieres vamos hacia: «¿cómo se siente eso en mi cuerpo? ¿Cómo se siente? ¿Dónde lo siento?» ¿De acuerdo? «Investigar» es muy encarnado. Eso lo saben muy bien los que practican el Movimiento Auténtico dentro de nuestros talleres de Habitar el Ser.

Esta estudiante de psicología, podía sentir directamente el miedo y una especie de vergüenza sobre sí misma y un defecto básico.

En los talleres de Mindfulness, invitamos a nuestros alumnos a respirar con la investigación, a estar con ella. Estamos empezando a tocar el corazón. En la investigación, si pones (aunque sea metafóricamente) tu mano en tu corazón, la investigación se convierte más en un proceso amable. Y así empezamos a llamar a la nutrición que es saludable.

Ella, acompañada en todo momento por la mirada amable de un psicólogo o Terapeuta Gestalt experto en Mindfulness, se puso en contacto con lo que había debajo de su ansiedad. El dolor acerca de lo mucho que su ansiedad la separa de sí misma y de su vida.

Entonces «Nutrir» es: «¿qué es lo que más necesita este lugar, para ser consolado?» Esa es la pregunta. ¿Qué necesita el lugar herido? ¿Qué necesita el lugar ansioso? Uno se puede empezar a preguntar lo siguiente. «¿Qué necesita mi parte ansiosa?»

Para ella era invocar a su yo más sabio y decirse: «¡Por favor, consuela esta parte de mí!». Era realmente sostener ese lugar ansioso como un niño, y decirle que podía confiar en sí misma, en su bondad, que podía relajarse, que está bien… un verdadero consuelo. Ella estaba dándole esos mensajes a la niña ansiosa, porque esa parte de ella había estado ansiosa desde niña, diciéndole: «Estás bien. Estás bien. Puedes relajarte».

Sintió que se calmaba un poco; y entonces se le invitó a experimentar lo que llamamos «después de RAIN”. Esos momentos después de Reconocer, Aceptar, Investigar y Nutrir, es donde podemos experimentar ese profundo cambio que se ha producido, de ser ese yo ansioso a ser realmente el espacio, la conciencia, la compasión que sostiene y que cuida. Ese cambio de identidad lo es todo. Es el cambio de estar atrapado dentro de las olas a recordar que eres el océano. Lo es todo.

Se le preguntó en ese momento «después R.A.I.N.”: «¿Cómo sería si pudieras estar sin ansiedad por la imperfección… a lo largo de tu vida? ¿Qué pasaría? ¿Quién serías?» Pregúntate eso. ¿Quién serías si no estuvieras ansioso por la imperfección? ¿Quién serías?

Ella susurró: «Sería una buena madre». Y luego dijo: «Si no estuviera ansiosa por la imperfección, sería tan creativa. Tendría tanta confianza en lo más profundo. Sería tan amorosa».

Quizá puedas preguntártelo tú también ahora, porque es una pregunta muy importante: ¿Quién serías?

Pero recuerda… pronto será el “Black Friday”, y después el “Blue Monday”, y el “Amazon Special Days”, y el “Yo no soy tonto”, y el….  ¡y hay tantas ofertas!! ¡Y de cosas tan bonitas!

Recuerda que vivimos en una cultura TEPT .

Hay un montón de maneras… todos tenemos nuestras técnicas favoritas para embotar nuestra ansiedad. Probablemente la más popular es, «¿Cuánto más puedo hacer?» o “¿Qué más puedo tener?”.

¿Si haces más cosas de la lista entonces calmarás tu ansiedad? Hay muchas maneras de ponernos ansiosos individualmente; y hay muchas maneras de hacerlo como cultura. Como cultura, adormecemos… o agredimos.

Cada uno de nosotros, al dejar que la ansiedad sea un portal, termina despertando de una manera que puede extenderse a nuestra cultura. Necesitamos gente que, en lugar de ser secuestrada, pueda estar tranquila.

No tenemos que dejarnos estrangular. No tenemos que hacerlo; y no tiene que ocurrir como cultura. Pero no podemos cambiarlo, a menos que en nuestras propias vidas profundicemos nuestro compromiso de dejar que esta tensión natural en nuestro sistema sea un despertar, una invitación a despertar.

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