Contacto | Pedir cita

El ingrediente principal de la ansiedad

Esta es una historia sobre un monje que vivía en Australia y vivía en un monasterio que estaba bastante lejos de cualquier ciudad y de cualquier médico. Así que lo que hacía cuando tenía que sacarse un diente era ir a una pequeña cabaña, coger unos alicates y arrancárselo.

Mucha gente le preguntaba cómo era posible que hiciera eso. Así que su respuesta fue: «Cuando decidí arrancarme mi propio diente -era una molestia ir hasta el dentista- no me dolió. Cuando caminé hasta el taller, no me dolió. Cuando cogí los alicates, no me dolió. Cuando sujeté el diente con los alicates, tampoco me dolió. Cuando moví los alicates y tiré, sí me dolió, pero sólo durante un par de segundos. Una vez sacado el diente, no dolió nada. Sólo fueron cinco segundos de dolor. Nada más».

Es posible que hayas hecho una mueca al oír o imaginar la historia porque, si intentáramos la misma hazaña, nos dolería todo el camino hasta el lugar del tirón, y después todavía nos retumbaría el dolor, y es que; la anticipación es el ingrediente principal del miedo.

La anticipación es el ingrediente principal del miedo.

Estamos alerta ante lo que creemos que va a salir mal. Y algunas de las cosas desagradables que anticipamos sucederán, y otras no sucederán; pero lo que es apremiante saber es que: sufrimos, en muchos momentos de la vida, por anticiparnos a las cosas.

Un psicólogo El Prat de Llobregat puede ayudar al paciente que acude a nuestra consulta de El Prat de Llobregat a escanear y percibir la respuesta de una pregunta: ¿cuál es tu versión de «de camino al dentista»?

¿Estás de camino a algún compromiso social que te produce ansiedad? ¿O te diriges a una fecha límite de trabajo? ¿O hay alguna dificultad de salud que estás anticipando que realmente va a causar problemas? ¿O estás de camino a una crisis financiera real en la que realmente sentirás lo que está pasando? Así que empezamos a decir: Bueno, ¿cuánto de lo que está pasando hoy tiene que ver con este hábito de angustiarme por el futuro?

El cuerpo del miedo

Al explorar el cuerpo del miedo nos podemos preguntar: «¿qué está pasando cuando estamos anticipando problemas?» Y lo más obvio es que nuestro cuerpo se tensa. Nuestra mente se estrecha y se queda fija, así que ya no estamos abiertos a lo que sucede. Nos estrechamos y fijamos. La mente da vueltas alrededor de lo que va a estar pasando. Mientras tanto las hormonas comienzan a fluir, el cortisol y otras hormonas del estrés. Hay menos actividad en la corteza frontal, lo que significa que tenemos menos pensamiento racional. Tenemos menos empatía, menos atención plena.

Así que cuando esto sucede, nuestras elecciones y nuestros comportamientos son básicamente impulsados por el miedo. Este es el cuerpo del miedo.

Y cuando es bastante continuo: es un trance.

Esto significa que pasamos mucho tiempo identificados con una sensación de miedo o ansiedad. Estamos olvidando, en realidad, la totalidad de nuestro ser.

El primer paso es reconocer

Como bien saben los que practican Mindfulness o acuden alguno de nuestros talleres, el primer paso con cualquier versión de trance es reconocer, obtener un atisbo: «¡Oh, esto es lo que está pasando! Bien, puedo ver cómo, una gran parte del día de hoy, ¡realmente estuve en ese trance del miedo! Me dirigía ansiosamente hacia X, Y o Z».

Reconocemos, «Esto es lo que está pasando, es un trance de miedo». Nos damos cuenta de «Mi cuerpo se está poniendo tenso» o nos damos cuenta del tipo de pensamientos que están pasando.

En los anteriores artículos hablamos de dos grandes dominios de pensamiento que pueden alertarnos de que estamos en el trance del miedo. Uno de ellos lo describo como, básicamente, «miedo al fracaso«.

Mucha gente es bastante consciente de cuando estamos en él – cuando estamos anticipando quedarnos cortos en algo; o ya sintiendo que nos estamos quedando cortos, y anticipando las consecuencias – que a menudo tiene que ver con el rechazo.

Muchas veces, el miedo al fracaso es miedo a mantener lo que ya funciona. Es como: «Vale, hasta ahora ha funcionado, ¡pero cualquier día voy a meter la pata!».

Luego el otro gran dominio del miedo del que hablamos que es como una señal de estar en trance, que toma la forma de aferrarse, es FOMO, el miedo a perderse algo.

Tú, al igual que muchos de los pacientes cuando a instancias de un psicólogo o Terapeuta Gestalt experto en Mindfulness llevan la mirada hacia allí, o ahora porque estás reflexionando leyendo este artículo, si lo escuchas y empiezas a prestar atención, puedes darte cuenta de ello.

Cuanto tenemos este aferramiento, «No quiero perderme una…» – ya sea una oportunidad financiera, o la oportunidad de conectarnos socialmente con gente con la que queremos conectarnos, o una oportunidad de impresionar o ganar de alguna manera influencia, o tener una aventura; o tal vez es el miedo de perdernos ciertas experiencias espirituales – como si hubiera algo que otras personas están obteniendo que nosotros no estamos obteniendo.

La sensación de fragilidad de nuestra existencia

Así que está el miedo al fracaso, está el miedo a perderse algo, y luego, por supuesto, el miedo más profundo es esa sensación de fragilidad de nuestra existencia: esa sensación de que estos cuerpos son impermanentes, que estas mentes son impermanentes, vamos a perder a todos los que queremos; y es cierto… y la única certeza es que todo va a cambiar.

Ese es el nivel existencial que nos mantiene… si te detienes en cualquier momento y te observas, y realmente escaneas y revisas tu cuerpo, hay una corriente subyacente, por lo general un zumbido de ansiedad que no está fijada a nada, es sólo esa sensación existencial de: en cualquier momento, todo podría irse.

Una vez que, gracias a la práctica del Mindfulness o gracias a la Disciplina del Movimiento Auténtico, identificamos el cuerpo del miedo, este trance. Que podemos reconocer: «Oh, ha habido un encogimiento. Estoy viviendo dentro de un sentido de un yo limitado, separado, amenazado», una vez que percibimos que eso está ocurriendo, podemos hacer una pausa y profundizar en la presencia.

Aquí es donde surge el potencial de libertad. Cuando reconocemos que hemos estado dormidos, podemos dedicar nuestra atención a despertarnos. Podemos cambiar el patrón de toda una vida. A eso nos ayuda un psicólogo o Terapeuta Gestalt experto en Mindfulness.

Artículos recientes

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad