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Las cualidades de la conciencia natural

Como se enseña en muchas tradiciones espirituales, y  lo que descubren los que se adentran en realizar un proceso de psicoterapia profundo, el fruto del camino no es llegar a alguna parte, sino realmente despertar de este trance de estar separados, confinados y limitados. Recordar reconectar con este misterio que está aquí, este amor y esta conciencia que realmente brilla a través de todos nosotros.

Y el camino, las prácticas que realmente nos guían a casa tienen un denominador común, que es realmente una atención muy profunda y de aceptación. Es una atención que nos conecta con la presencia natural.

La práctica del Mindfulness, de la Atención Plena, de la Disciplina de Movimiento Auténtico nos conecta realmente con lo que somos.

Así que, para avanzar en este entrenamiento de la conciencia natural, es útil observar más de cerca los dos elementos básicos de la presencia que estamos cultivando.

Y el primero de estos dos elementos es reconocer lo que está ocurriendo. Y la pregunta que ayuda a despertar esta cualidad es simplemente: ¿Qué está pasando aquí? ¿Qué está ocurriendo dentro de mí?

Lo importante es que este reconocimiento no es conceptual. No es una historia sobre lo que ocurre, sino que hacemos la pregunta y prestamos atención a nuestros sentidos. Escuchamos. Es un reconocimiento directo de la experiencia de este momento sin el filtro de los pensamientos.

Reconocer y Permitir

Esa es la primera cualidad de la conciencia natural, nuestra presencia natural. Es reconocer lo que está sucediendo.

La segunda cualidad de la conciencia natural o presencia natural es aceptar, permitir.

Permitir significa que no hay resistencia ni oposición a lo que está sucediendo. Puede percibirse como una cualidad de ablandamiento o apertura, de encontrarse con la vida con ternura.

Y la pregunta que ayuda a cultivar el sentido de permitir es simplemente: ¿Puedo dejar que esto sea? ¿Puedo permitirlo? ¿Puedo permitirlo? ¿Puedo decir sí? Es un sí energético a cómo es este momento, esta vida, este instante.

Así que estas son las dos cualidades que cultivamos y que en realidad son la expresión de nuestro ser más esencial.

Este despertar, este reconocer y este permitir.

Más adelante practicaremos cómo llegar a la presencia natural, pero primero es importante nombrar el mayor desafío que todos encontramos, tanto los participantes de nuestros talleres de Mindfulness como los que son acompañados individualmente por un psicólogo en el Prat de Llobregat.

Esta dificultad es que nuestro condicionamiento profundo, en lugar de permitir, controla.  La principal forma que tenemos de controlar es a través del pensamiento.

Un maestro tailandés, cuando le hicieron la pregunta para describir este mundo, Ajahn Buddhadasa, su respuesta fue: “perdido en el pensamiento”.

Perdidos en el pensamiento

Pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en una realidad virtual, y en lugar de permitir la experiencia momento a momento, estamos ocupados planeando y preocupándonos y fantaseando, y culpando, y calculando.

Si nos tomamos un momento para percibir lo que está pasando, hay mucho tiempo en el que estamos pensando qué es lo siguiente, qué se supone que tiene que pasar, qué deberíamos hacer.

Llegar a la presencia natural implica, de alguna manera, la intención de despertar de esta realidad virtual, de este trance del pensamiento, y llegar aquí, a nuestro cuerpo y a nuestros sentidos.

Es muy útil, cuando practicamos, sentir la posibilidad de hacer una pausa, de saber que la mayor parte del tiempo estamos en una especie de reactividad en la que estamos dando tumbos hacia el futuro, nos estamos inclinando hacia lo que viene después.

Hay una sensación de un yo que está de camino a otra parte. Y para volver a casa aquí mismo hay que detenerse, simplemente detenerse. Es una forma intencionada de crear una especie de espacio para la presencia.

Así que los apoyos en llegar y volver a casa, que estaremos practicando en el siguiente artículo, son realmente esta intención de despertar de los pensamientos, no para deshacernos de ellos, sino para ser conscientes de pensar y realmente establecer un sentido de estar aquí mismo con nuestros sentidos despiertos en este cuerpo en este momento.

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